3 red flags en una relación legal y sus consecuencias.
El tema "Las red flags en una relación sentimental" suelen enfocarse desde la psicología o las relaciones de pareja, pero también podemos aplicar el término a las relaciones contractuales, los negocios que hacemos a diario, los tratos con vecinos, y por supuesto con las relaciones familiares; con un enfoque legal ¿qué podemos considerar bandera roja?.
No dejar nada por escrito.
Comprendo que muchos negocios se realizan de inmediato, acordando simplemente el precio y haciendo la transacción pero en ocasiones debe usted tener en cuenta que un simple recibo comercial puede ser la diferencia en temas legales, un contrato o un acuerdo de voluntades firmado por ambas partes. Si usted compra un artículo de segunda mano asegúrate que lo estás comprando al propietario y que ese artículo no es robado, de lo contrario estarías al borde de cometer el delito de receptación:
“RECEPTACIÓN Art. 214-A.- El que, sin cerciorarse previamente de su procedencia legítima, adquiera, reciba u oculte dinero o cosas que sean producto de cualquier delito o falta en el que no haya tenido participación, será sancionado con prisión de tres a seis años. Se debe presumir por el sujeto activo que las cosas son de ilícita procedencia cuando hubiere notoria desproporción entre el precio de la adquisición y su valor real; cuando las mismas son exhibidas, entregadas o vendidas de manera clandestina; o cuando hubiere cualquier elemento de juicio suficiente para suponer que conocía su ilícita procedencia.”
Con negocios a plazo es importante respadar cada pago (para el acreedor) y para el comprador, respaldar las condiciones de compra, como causales de retracto o devolución del producto. Un contrato simple puede ayudar a resolver un desacuerdo entre las partes.
No preguntar o no tener respuestas claras sobre un negocio.
Nos encontramos ante situaciones muy comunes donde los clientes con el objeto de obtener un bien determinado (comprar un carro, un televisor, unos muebles) no se detienen a consultar detalles del objeto que están comprando, y tampoco se detienen a esclarecer sus dudas sobre el negocio, solo ven el beneficio. Luego se sorprenden de clausulas abusivas en el negocio, cobros de intereses desmesurados, condiciones de abuso de los comerciantes. Cuando usted haga un negocio que implique plazos, intereses, condiciones de entrega siempre debe consultar, todo lo que se pueda, y la persona que le vende está en la obligación de responder y aclarar todas sus dudas.
Recomiendo leer la Ley de protección al consumidor.
No investigar el estado Registral de un inmueble
También podemos abordar este tema como no dar al posible comprador información clara sobre los datos registrales del inmueble en venta.
Hay personas que compran a ciegas un inmueble sí, existe, yo me quedé sorprendido de un caso donde literalmente un salvadoreño que vivía en Estados Unidos, dio la orden a su abogado en El Salvador que comprase una casa sin siquiera haber visto fotografías de lo que estaba comprando, simple y llanamente solicitó comprar de inmediato la casa. La casa estaba semi destruida, cuando vino a ver lo que compró se decepcionó.
Otro caso muy alarmante es el de las lotificaciones que están en proceso, las empresas de bienes raíces suelen vender los lotes y aun no tienen definido si la autoridad les dará las credenciales para dividir el inmueble o parcelarlo. De ahí que muchos compradores nunca podrán poner a su nombre el inmueble que comienzan a pagar incluso antes de que se tenga una matricula registral. El mismo caso sucede con la venta de inmuebles por pisos y apartamentos: las empresas constructoras comienzan a vender los a apartamentos sin haber construido el edificio y por supuesto sin haber tenido todas las autorizaciones para implementar el proyecto de vivienda en apartamentos, el resultado, muchos compradores demandando por estafa a la empresa constructora.
Existen otras red flags, o signos de advertencia que deberías tomar en cuenta en tu esfera legal como por ejemplo: las relaciones abusivas o tendientes a la violencia intrafamiliar, o no elegir con cabeza fría los regímenes patrimoniales del matrimonio, pero quizás hasta aquí dejaremos este tema por el momento.