Recientemente estuve en una charla sobre mediación cultural enfocada en arte, se me señaló como el participante que menos encaja en el grupo, primero porque soy abogado y se nos educa en la facultad de leyes para tener un pensamiento lineal, lógico; y para el trabajo que se desempeñaba se necesita la cualidad de creatividad.
¿Cómo surge el derecho? doctrinalmente hay un consenso: la jurisprudencia, las costumbres, principios generales del derecho, la ley, la
doctrina.
Las leyes como las conocemos hoy son el producto de
un proceso de maduración en la vida en comunidad del ser humano (social
por naturaleza necesita un mecanismo de auto regulación de sus interacciones
con otros congéneres), desde miles de años atrás los seres humanos vieron
importante establecer por escrito cuáles preceptos o reglas deberán atenderse
para poder convivir en armonía.
Establecidas las reglas del juego es importante mencionar que las leyes son dinámicas, cambiantes, en función de la realidad a la que pretenden regular, por ejemplo las leyes actuales relacionadas a las firmas electrónicas son necesarias para verificar la autenticidad de un documento electrónico. Esto no sería necesario si no tuviésemos una fuerte incidencia de la tecnología actual. Por el contrario existen leyes que ya no se aplican por su desuso a través del tiempo, por ser innecesarias, o inoperantes.
Como abogado me han preguntado si la reelección del
presidente Bukele es válida o yo y les respondo en base al párrafo anterior:
las leyes deben responder a la realidad más próxima que está viviendo el ser
humano. La constitución de 1983 es un cuerpo legal de máxima importancia contiene la vértebra
principal de todo el ordenamiento jurídico en El Salvador, dentro de ésta
constitución se determinan las doctrinariamente conocidas como cláusulas
pétreas, aquellas reglas que se establece como “inamovibles”, preceptos legales
que en 1983 el legislador constitucional consideró como reglas que “no pueden
modificarse”, a menos que se haga un proceso más riguroso y estudiado.
En realidad las tales “cláusulas pétreas” no lo son
tanto, y ha quedado evidenciado con los acontecimientos recientes, donde
mediante una resolución judicial de la sala de lo constitucional de la corte
suprema de justicia de el salvador (máximo tribunal con capacidad para
interpretar las reglas regales contenidas en la constitución) determinó que si
es posible la reelección presidencial, situación que alarmó a la comunidad jurídica
especialmente a quienes son del pensamiento que no es posible la reelección
porque la constitución lo prohíbe, enfrentado a la La jurisprudencia como
fuente del derecho, no perdemos de vista este punto.
La constitución de 1983 surge en un contexto
diferente al actual, en aquel entonces se había vivido bajo gobiernos impuestos
mediante golpe de estado, generando dictaduras militares y abusos de poder en
todo sentido. La población con su escasa incidencia en el acontecer político y
toma de decisiones, no tuvo otra opción que aceptar lo que se imponía.
A diferencia de estos días, las personas opinan más
comparten sus ideas en redes sociales, entienden el acontecer político, se
informan con mayor rapidez y aprovechando el único mecanismo donde pueden expresar su opinión al
respecto de las personas que toman decisiones trascendentales para El Salvador,
se pronunciaron a favor de la reelección del Presidente
Bukele, en a votación de febrero 2024, contrario a lo que se esperaba, que la
sociedad completa se apegara a las clausulas pétreas establecidas en 1983 donde
no se permite la reelección. El asunto aquí trasciende por completo a lo
esperado por los doctrinarios constitucionalistas que siempre han defendido el
postulado constitucional donde se prohíbe la reelección, normativa que atendía
a la realidad de 1983, pero no la realidad actual. En este caso y fuera de lo
que se esperaba, la masa poblacional acudió a las urnas y dio voto de respaldo
al trabajo realizado por Bukele lo que confirma el poder popular para auto
regularse, para incluso, decir: aunque la constitución diga que no es válida la
reelección, nosotros, el pueblo que vota y elegir sus gobernantes, decide que
Bukele continúe como presidente”.
Es de todo conocido el precepto legal que dice: el
poder reside en el pueblo, pero esto en la práctica es sumamente difícil de
corroborar. Sí, ya se, dirán que el pueblo decide su autogobierno mediante sus
representantes, electos popularmente. Pero si lo vemos bajo una lupa real, el
único atisbo de poder que tiene el pueblo es el ejercicio del sufragio, que en realidad
se realiza basado en una escaso difusión del currículo del candidato, personas
que luego de obtener el poder obedecen a poderes fácticos, tras bambalinas, que
deciden la orientación de las políticas nacionales no cómo el pueblo decide, o
como al pueblo le conviene más, sino como le conviene a bancos, personas poderosas económicamente,
incidencia de gobiernos poderosos entre otros.
Es un fenómeno interesante de estudio lo que ha
sucedido en El Salvador, a nivel sociológico y jurídico merece un estudio que
arrojará interesantes datos. Se necesita tener una mente más creativa y menos lógica
para entender lo que está pasando, una mente más empática con la realidad
social de El Salvador, menos legalista y que permita dilucidar todo lo que ha
sucedido.
Como Licenciado en Jurisprudencia veo esta situación
como un fenómeno interesante de estudio pero no estoy a favor ni en contra de ningún
proyecto político o persona política.
Gracias por leer este blog.