Apaneca, El Salvador. |
Hechos que acontecen a diario no
pasan desapercibidos en estos días, con la suficiente suerte, sus palabras
pueden ser gravadas, su actuar puede ser captado por cámaras fotográficas o de
video en cada uno de sus movimientos, ya sea por periodistas o por personas
particulares, brindando opiniones o haciendo cualquier cosa.
La libertad de expresión consiste en
el derecho que toda persona tiene de difundir libremente sus pensamientos,
creencias, puntos de vista y opiniones en el tema que le plazca. Más
adelante habrá de hacerse una distinción clara entre difundir imágenes y
difundir opiniones.
La Libertad de expresión tiene sus límites:
Recientemente en programas de
televisión de El Salvador, se han expuesto dos noticias que los medios de
comunicación dieron especial relevancia. Ambos acontecimientos noticiosos
fueron abordados basándose en el derecho de libertad de expresión, que en El
Salvador está regulado primordialmente por la Constitución de la República, en
su artículo 6, el cual además establece su marco de acción. Todo derecho tiene
su límite: donde comienza el derecho de los demás.
Uno de los casos es el de Pablo Días,
un joven que se vio involucrado en un accidente de tránsito que pasó de ser
noticia a un motivo de mofa, insultos en redes sociales, y reproches
generalizados por la población contra el señor Pablo y su familia, por su
comportamiento ante los periodistas que cubrían lo acaecido. La afectación que
alcanzó la noticia para los involucrados, pudo generar más controversia
judicial que los promovidos por la televisora, en razón de afectar el honor y la
buena imagen de los miembros de la familia Días, dado que el reportaje
publicado reforzaba solo lo conveniente al canal de televisión, y restaba
importancia a otros hechos que, posiblemente, pudieron dar motivo al
comportamiento de Pablo y su familia.
El otro asunto publicado hace
referencia a la amenaza que recibieron los periodistas de un noticiero
televisivo, por parte de un individuo que empuñando un arma de fuego, hacía
gestos amenazantes. Además de ser una muestra de la violencia que muchos
salvadoreños viven a diario, se pretendía coartar el ejercicio del derecho difundir
libremente una noticia. Por fortuna el acontecimiento fue filmado, y luego publicado
por varios medios de comunicación; este hecho particular puede persuadir a
otras personas armadas y prepotentes de abstenerse en amenazar con gran
ligereza y con impunidad.
El derecho a la Libertad de expresión
es delicado y lo tienen todos los salvadoreños, pero los periodistas, en razón
de su cargo tienen más poder de persuasión y difusión de mensaje, puesto que
llegan a más personas en poco tiempo. El uso de este derecho debe ser
responsable y objetivo procurando abstenerse de afectar el honor o la buena
imagen de aquellas personas de las cuales se vierten opiniones o se difunden
imagenes.
Leer entre lineas.