La fama de los profesionales del Derecho está por los suelos, al tal grado que en una ocasión me presentaron a una señora y luego de conocer a qué me dedico, me dijo: "que lástima y tan honesto que parecía".
Muchos ya estamos acostumbrados a vituperios de ese tipo, estoy seguro que quienes han probado de mis servicios no tienen una queja, por lo tanto la insinuación de matrero me sobra, pues estoy seguro que aun cuando muchos hayan tenido pésimas experiencias con otros colegas, existen los abogados honestos, son menos vistosos y los efectos de sus servicios son perdurables, ademas cobran con justicia; el asunto es lograr que cliente y abogado honesto coincidan.
Aquí te presento algunos consejos para tomar en cuenta al momento de elegir a un abogado, evitando los siguientes.
1- El
abogado que se dedica a todo.
Un día me encontré con un colega que me recomendó abordar
casos de todas las materias: derecho penal, derecho familiar, derecho civil,
derecho financiero, derecho empresarial, tránsito, computo de la pena, hacienda pública, matrimonios, divorcios, etc.
En mi particular forma de pensar es mejor ser especialista en una sola materia, o materias relacionadas, que pretender abarcar los miles de
problemas en los que puede estar involucrado un cliente. Una excepción clara es para aquellos profesionales que ya tienen una trayectoria larga, su misma experiencia les respalda.
No voy tan lejos, entre los médicos hay especialistas y
generales… cuando vas a donde un especialista en problemas respiratorios, tienes
más probabilidad de resolver tu problema que si vas a un médico general. Igual
sucede con los abogados: un abogado que aborda todos los temas, claro, puede resolverlo,
pero no tiene la perspicacia de un especialista.
Evita a los abogados de toda materia, se tardará más en
resolver tu asunto en todo lo que averigua cómo se hace, y probablemente te
cobre más de la cuenta.
2- El
abogado que no define un honorario por el trabajo a realizar.
Para los colegas que me leen, podrán asegurar como yo,
que ni un solo caso es igual al otro, pero sí es posible definir el precio a
cobrar por una diligencia, gestión o asesoría en general desde el inicio… bastará con dedicar un tiempo a proyectar, analizar y estimar, por ejemplo: ¿cuánto
vale una hora de asesoría legal?, ¿cuánto vale una diligencia realizada por el
abogado?, ¿cuánto vale una escritura?. Todos estos datos están bajo el control
de un abogado y pueden servir para
definir un precio, al menos un precio inicial.
Es posible que en el transcurso del trámite surjan otros gastos o imprevistos que el cliente no tendrá problemas en reconocer si se le explican con
razones coherentes.
Por tanto evita el abogado que no define sus honorarios desde el principio, es probable que esté
midiendo tu capacidad económica para luego cobrar. He tenido el desagrado de escuchar a colegas mencionar que "según el sapo, es la pedrada", pésima practica que nos tiene en desprestigio ante la sociedad.
Dicho de paso también evita al abogado que oferta un servicio a un precio excesivamente bajo... es probable que en el camino te cobre tres veces más. No todo lo que brilla es oro, por ejemplo un divorcio en El Salvador, no se tramita en una semana, ni existe profesional que cobre $50 y esté todo ya pagado; la realidad que se tardará aproximadamente 6 meses y te cobrará por pagos mucho más de $50.
3- El
abogado con vida viciosa.
He conocido personas que prefieren un abogado pícaro, astuto que uno honesto y de vida recta… como dice el dicho, para
gustos los colores. Si quieres poner en manos de un pícaro tus problemas,
luego no te quejes, es probable que ese pícaro se aproveche de ti.
Como saber si es un tipo peligroso: pues lo primero es
contratar con un abogado que haya sido recomendado por un verdadero amigo, o
alguien que te tenga aprecio; la recomendación de tu amigo es muy valiosa y las
probabilidades que el abogado te quede mal se reducen.
La habilidad de percibir la sinceridad de una persona se logra platicando con ella, se detecta al hacer preguntas, al indagar un poco.
Una recomendación final: haz preguntas al abogado si no
te quiere responder ni dar razones fiables es porque está tratando de
mantenerte en la oscuridad del conocimiento para aprovecharse de ti.
Por el contrario confía en el abogado que se toma su
tiempo en explicarte detenidamente todos los detalles de tu problema, el que te
brinda datos reales, diversas opciones, posibles situaciones futuras aun cuando
sean adversas, acompaña de vez en cuando a tu abogado a las instituciones públicas
para conocer el avance de tu proceso u otros detalles. Indaga por internet sobre
los temas que tu abogado está tratando, esto te dará un panorama más claro sobre tu situación legal, de eso se trata, que tu abogado te de luz en una incertidumbre.
Gracias por visitar este blog.