Los estudios científicos de Derecho Penal o criminología definen
al delincuente como un enfermo social, por consiguiente la delincuencia es la
enfermedad de la sociedad. Como todo padecimiento hay que conocer cómo y por
qué causas se da. Tómese en cuenta que la delincuencia no está solamente en los
países en vías de desarrollo, es más, los crímenes más vejatorios e indignantes
suelen ocurrir en países desarrollados; la delincuencia común es la que más
afecta a todas las la poblaciones del
mundo por igual.
Para evitar asaltos, robos o ser víctima de la
delincuencia, - en cualquier lugar del mundo- hace falta dos ingredientes básicos
que Usted debe conocer: Primero estar desprevenido y segundo estar en el lugar o
en el instante incorrecto.
Antes definamos dos tipos de delito: el hurto consiste en
la sustracción de objetos del propietario sin que se ejerza ningún tipo de
violencia física o verbal; la víctima no percibe en qué momento le quitan de su
alcance las cosas. Por otro lado el robo implica una acción dirigida a la víctima,
por lo general intimidante, acompañada
de armas de cualquier tipo, o bien con golpes, cuyo fin es el de arrebatar las
pertenencias de la víctima.
Un sitio web especializado en seguridad menciona que “La
desconfianza es la madre de la seguridad”, de tal manera que los consejos para
evitar asaltos tienen que ver con lo enunciado en esa frase.
Trate de evitar en lo posible:
Moverse en horas nocturnas y lugares oscuros.
Circular en lugares solitarios, de día o de noche.
Vestir o llevar prendas que puedan motivar al delincuente
a asaltarlo.
Ingresar a lugares de poca confianza o que Usted
desconoce su peligrosidad.
El delincuente aprovecha la oportunidad basándose en su
comportamiento o lenguaje corporal: camine cabizbajo, desprevenido de todo su
derredor y el delincuente tendrá un 50% de éxito en su asalto.
El delincuente actúa en base a motivación visual: si
usted tiene vestimentas, o prendas decorativas llamativas en su persona, en
apariencia oro o plata, el pillo tendrá otro 50% para actuar.
Lugares más comunes de asaltos.
El transporte colectivo: especialmente en horas de máximo
tráfico o de menor tráfico de personas.
Al llegar o salir de su casa de habitación: el
delincuente observa que mientras abre o cierra la puerta existe oportunidad de
asaltar, por este motivo esta operación debe realizarse con mayor rapidez
posible.
Lugares solitarios: el delincuente aprovecha lugares sin
testigos para cometer sus fechorías. Evite transitar en lugares solitarios.
Recuerde: la desconfianza es la madre de la seguridad.
Los delincuentes son creativos pero Usted es más
inteligente: ponga en práctica estos consejos y evitará muchos asaltos y robos.
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