La palabra usufructo es un
término utilizado en el ámbito jurídico para designar un derecho real, que
consiste en la facultad de gozar de una cosa, con cargo de conservar su forma y
substancia, y de restituirla a su dueño pasado cierto tiempo.
Cuando se menciona que es “un
derecho real” se refiere a derechos que recaen sobre cosas materiales. La palabra
real proviene del latín “realis” que significa real, verdadero, relativo a las cosa,
porque proviene de “res”. En consecuencia este “derecho real” se constituye
sobre cosas materiales, como por ejemplo: un carro, una casa o un inmueble;
también en cosas pequeñas: un juego de platos, un juego de cubiertos, un par de
zapatos… en fin cualquier cosa material puede ser objeto del derecho real
de usufructo.
La facultad derivada consiste
en disfrutar del uso y el fruto que esa cosa pueda generar. Así quien
tiene una casa en calidad de usufructo puede vivir en ella, dormir en ella,
entrar y salir cuando así lo desee, cortar las frutas de los árboles que están sembrados
dentro del patio o jardín.
Todo derecho tiene límites,
en el usufructo se demarca en los siguientes aspectos: conservar la forma de la
cosa usufructuada, conservar la substancia de la cosa usufructuada y finalmente
restituir la cosa al dueño.
También la facultad de gozar del fruto y uso, tiene
un tiempo determinado de existencia, el cual debe ser establecido por el
propietario de la cosa y quien recibe el usufructo: así cuando se entrega un
carro en calidad de usufructo, quien lo recibe, debe entregarlo al dueño en las
mismas condiciones que lo recibió.
En el usufructo
intervienen dos personas: el usufructuario que es la persona que tendrá la
facultad de gozar del uso y los frutos de la cosa, y por el otro lado el
usufructuante o propietario de la cosa.
En este caso particular
hay dos derechos que habrá de distinguirse claramente: la nuda propiedad, que
corresponde al propietario, nunca la pierde ni la suspende. A las facultades
que se atribuyen a toda propiedad se le sustraen… (Sustraen por decirlo de
forma explicativa), momentáneamente el uso y el goce de la cosa. Cuando se
constituye el usufructo esas facultades se le reconocen al usufructuario, es
decir que puede gozar del uso y los frutos de la cosa, sin llegar a ser el
propietario de la cosa.
¿Para qué sirve un
usufructo? En la práctica las personas usan el usufructo para diferentes fines.
Un ejemplo es cuando una persona es propietaria de una casa en la playa o en la
montaña, y no la visita muy a menudo, en ocasiones, le da las facultades de
gozar del uso y frutos a otra persona, con el objeto de que no se deteriore por
descuido o falta de uso. En muchos casos es un convenio puramente verbal, pero cuando recae sobre inmuebles debe constar en un documento y realizado
ante un Notario de la República.
Consulte más sobre el
usufructo, o navegue en otros temas… buscando en la columna
a su derecha de la
pantalla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario