Los médicos y los abogados son dos profesionales necesarios en la sociedad, siempre se requieren tarde o temprano, la única forma para salir lo menos perjudicado es encontrar al que tenga sólidos valores éticos y los coloque por encima de sus intereses personales o económicos.
Quiero resaltar que lo dice un servidor, un abogado que si bien es cierto posee poco tiempo de ejercicio profesional, sostiene y práctica los valores relacionados a la honestidad con sus clientes. Las universidades en El Salvador gradúan a cientos de profesionales en Derecho, de los cuales muchos ejercerán la abogacía y el Notariado sin principios ni valores éticos. Hay de sobra abogados mal intencionados que ven a su cliente como una gallina que hay que desplumar lo más que se pueda y rápidamente.
Deberían dedicarse a cazar ratones o fabricar candelas, no tienen calidad humana y no pueden comprender a fondo a su cliente, manchando la profesión que otros buscamos enaltecer.
De los médicos puede decirse lo mismo, abundan los galenos que tratan a su paciente como si fuese una cosa, o un número, sin el más mínimo respeto, no auscultan a su paciente y mucho menos revisan sus síntomas, terminan recetando una pastilla para el dolor, una para la infección y un Dios lo guarde.
Deberían dedicarse a reparar sillas o pintar paredes, no tienen calidad humana para tratar a un enfermo y son una amenaza grave para cualquier humano.
Tanto daño puede hacer un mal abogado como lo puede hacer un mal médico; el abogado puede privar de sus recursos a una familia, en aras de una esperanza de libertad o tranquilidad legal. Un médico puede desde ocasionar un grave daño a los órganos vitales de una persona, hasta matar a su paciente por su impericia o falta de atención.
En cualquiera de los dos casos Usted puede denunciar al mal abogado o procesar al mal médico y lograr una indemnización por el daño, pero el mejor castigo es evitar sus servicios en la próxima ocasión que pueda.
Busque al buen abogado, pague un buen médico, Usted como cliente tiene un papel importante en la depuración de estas dos profesiones que son necesarias en la sociedad, tenga siempre presente que en todo oficio o profesión hay quienes hacen un trabajo de alta calidad.
Tan criminal es el violador, el corrupto o el que roba como también es criminal el médico que cobra por su consulta y no da un buen trato a su paciente, o el abogado que miente a su cliente y lo extorsiona por más dinero viendo sus necesidades. No hay diferencia entre criminales.
Gracias por visitar este blog.
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