sábado, 4 de febrero de 2012

Granjas penitenciarias.


Un proyecto ambicioso en el Gobierno de El Salvador sobre la reincorporación social de personas condenadas a prisión, por diversos delitos cometidos, ha sido puesto en marcha el presente año 2012, con el objetivo de cumplir una de las funciones principales del derecho penal “lograr la readaptación en aquellas personas que no han respetado el orden jurídico establecido para una sana convivencia social".

No todos los condenados a prisión pueden acceder a participar en las granjas penitenciarias sino solamente aquellos reclusos que han mostrado buen comportamiento en el centro penal y los que aplican a beneficios penitenciarios contemplados en el Código Penal Salvadoreño.

Como parte de un noticiero televisivo se informaba que ya hay varias reclusas femeninas trabajando en funciones agrícolas, tales como arar la tierra y plantar semillas; de igual forma existen actividades relacionadas con cría de cerdos y pollos. Todo lo anterior con el objeto de brindar  a esas personas la oportunidad de aprender actividades que les sirva al momento de cumplir su condena y volver a la sociedad como individuos readaptados.

Las condiciones vida en una granja penitenciaria son mejores que las existentes en los centros penales, pues los reclusos no están en condiciones de hacinamiento, el ambiente es menos rígido en cuanto a seguridad puesto que estas personas se encuentran en una fase de confianza por  haber demostrado un comportamiento consecuente en el centro penal que es reflejado por los estudios criminológicos realizado a cada recluso.

Anteriormente publiqué una entrada en este blog sobre los beneficios penitenciarios para gozar de libertad condicional o anticipada, le invito que lo vea haciendo clic en este enlace.Una opción en la cárcel: libertad condicional.

La Constitución de la República de El Salvador, en su artículo 9 menciona que nadie puede ser obligado a realizar trabajos sin justa retribución ni sin su pleno consentimiento, salvo en casos exceptuados, uno de los cuales está regulado en el Código de Trabajo, artículo 13, donde el trabajo es impuesto como parte de una sentencia condenatoria. El caso de las granjas penitenciarias se configura como una opción para los reclusos de incorporarse en una actividad que beneficia a la sociedad y a ellos mismos.

Actualmente los centros penales brindan la oportunidad a los reclusos de participar en talleres siempre adentro del centro penal, para aprender carpintería, costura y otras actividades que les permitan reincorporarse a la sociedad al momento de cumplir su condena. El problema actual radica en que los centros penales están sobre poblados en más del 100% de su capacidad. Con las granjas penitenciarias los reclusos pasan a vivir en otro sitio con otras condiciones y reglas liberando así el hacinamiento existente en los centros penales.

Las granjas penitenciarias parecen ser un proyecto muy prometedor para colaborar a la readaptación de los condenados, sin embargo lo ideal sería que las personas no cometieran delitos y por consiguiente no fueran condenados a prisión, cosa que se podría obtener mediante una política social equitativa y con enfoque a mejorar las condiciones de vida social, familiar, económica, laboral, de educación entre otros. 

Si desea más información 
escriba un comentario en este blog.

No hay comentarios:

¿Cuánto cobrar?... abogado y notario El Salvador.

Que frustrante es terminar la Licenciatura en Ciencias Jurídicas, ser autorizado para ejercer de Abogado y aun lograr superar la dificultad ...