Más de veinte años han pasado desde que se llegó a varios acuerdos, para detener el conflicto armado que cobró miles de vidas inocentes en El Salvador.
Los acuerdos de paz fueron un hecho histórico sin precedentes y de gran trascendencia, que dieron un giro anhelado para los salvadoreños en el desarrollo de la democracia, fueron el punto de salida a una forma de vida que permitiera el desarrollo del pueblo salvadoreño, especialmente en el ámbito político; hoy son conmemorados y se invita a reflexionar sobre los avances y estancamientos en la consolidación de la paz nacional.
Muchos mencionan la necesidad de pedir perdón por las atrocidades que se cometieron antes, durante y después del conflicto armado, sin embargo pedir perdón es solo un símbolo; más que pedir perdón es necesario considerar nuevos acuerdos que den continuidad al ya firmado el 16 de enero de 1992, acuerdos que respondan a la realidad nacional, y que vayan encaminados a mejorar aspectos de tipo económico, sociales, fiscales, judiciales, de seguridad y otros puntos clave para el desarrollo de la sociedad de El Salvador.
Los acuerdos de paz fueron un hecho histórico sin precedentes y de gran trascendencia, que dieron un giro anhelado para los salvadoreños en el desarrollo de la democracia, fueron el punto de salida a una forma de vida que permitiera el desarrollo del pueblo salvadoreño, especialmente en el ámbito político; hoy son conmemorados y se invita a reflexionar sobre los avances y estancamientos en la consolidación de la paz nacional.
“La fecha real de los acuerdos de paz, fue el 31 de diciembre de 1991 y fueron firmados en acto solemne el día 16 de enero del año 1992 en el Palacio de Chapultepec, México.”
Apaneca, El Salvador. |
Muchos mencionan la necesidad de pedir perdón por las atrocidades que se cometieron antes, durante y después del conflicto armado, sin embargo pedir perdón es solo un símbolo; más que pedir perdón es necesario considerar nuevos acuerdos que den continuidad al ya firmado el 16 de enero de 1992, acuerdos que respondan a la realidad nacional, y que vayan encaminados a mejorar aspectos de tipo económico, sociales, fiscales, judiciales, de seguridad y otros puntos clave para el desarrollo de la sociedad de El Salvador.
El capitulo VII del acuerdo de paz que puso fin al conflicto armado menciona en su párrafo uno: “El cese del enfrentamiento armado es un proceso irreversible, corto, dinámico y de duración predeterminada, que debe aplicarse en todo el territorio nacional de El Salvador”Es innecesario perder el tiempo en la búsqueda de culpables sobre los fallos o desatinos que se han tenido en estos 20 años sin conflicto armado, es más productivo seleccionar políticos íntegros que sean capaces de encontrar y trabajar sobre las soluciones de esos problemas que hoy aquejan a la sociedad.
“Harrison Ford en una de sus películas al dar un discurso menciona las siguientes palabras: vivir en paz no solo significa ausencia de conflicto armado, sino también de la posibilidad real de tener justicia”Es responsabilidad de todos y cada uno de los miembros de la sociedad salvadoreña elegir mediante el voto de elecciones populares, a los representantes políticos que comprendan y deseen resolver los problemas actuales de El Salvador, para que los acuerdos de Paz tengan continuidad y trasciendan de su fecha de firma a un desarrollo constante de la democracia.
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